En nuestro país el 90% de las personas se decantan por un gato de raza común, la gran desventaja consiste en que no sabemos como será el carácter de ese felino porque no conocemos ni a los progenitores, ni en la mayoría de los casos el entorno donde ha vivido. A la hora de decidirnos por un ejemplar común o de raza debemos sopesar todos los pros y contras.
La ventaja del primero radica en tener un precio considerablemente inferior. Casi siempre estos gatos recogidos de la calle, regalados o adoptados.
El problema fundamental reside en adquirirlo siendo cachorro porque no seremos conscientes de la personalidad de nuestra mascota hasta que sea adulto. Es por ello que en muchos centros de adopción aconsejan inclinarse por ejemplares adultos.
Estos gatos suelen tener comportamientos mucho más instintivos, sobre todo si han vivido un tiempo en la calle, por lo que su educación resultará más complicada. La ventaja si optamos por un gato de raza procedente de un criadero profesional es que cumplirá todas las medidas sanitarias. Nos encontraremos con un animal más dócil, más educado y mucho más adaptado a vivir con personas en espacios cerrados, puesto que genéticamente esta preparado para ello.
En lo referente a salud, generalmente estos animales son mucho más resistentes a las enfermedades puesto que han estado sometidos a condiciones de vida más desfavorables, por ejemplo si han nacido en la calle. Asimismo, en muchos casos son animales mucho más inteligentes con un sentido de la superviviencia desarrolladisimo. Estos gatos siendo cachorros han tenido que buscarse el alimento, mientras que un ejemplar de raza siemrpe ha vivido situaciones cómodas y agradables.
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