Todo lo citado anteriormente cambia si tu propósito además de tener un animal de compañía es criar gatos o llevarlos a concursos felinos. Antes de tomar esta decisión debes asesorarte muy bien de todos los requisitos legales y de los papeles necesarios. Por ejemplo, un gato de raza no sólo tiene nombre sino que también tiene apellidos, Libro de Orígenes y el criador debe estar inscrito en una asociación felina.
Este último requisito es imprescindible para saber si el gato tiene pedigree y ha sido tratado por profesionales. Puesto que si el criadero está adscrito a una asociación los gatos sólo podrán tener una o dos camadas al año, lo que evita que muchas veces las hembras sean tratadas como máquinas reproductoras.
Será fundamental asegurarnos que el gato que adquirimos tiene pedigree, tanto si lo queremos para la cría como si lo queremos como animal de compañía. El pedigree sólo se concede a los ejemplares que cumplen todos los requisitos aconsejados por ASFE (Asociación Felina Española) y FIFe (Federación Internacional Felina) como no separalos de la madre antes de los tres meses
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